lunes, 5 de septiembre de 2011

El Grafitti como Expresión Artística.

El graffiti es considerado como un arte urbano ya que se encuentra en el espacio público al plasmar en las paredes las impresiones, opiniones y percepciones que tienen del mundo sus autores.

El arte del graffiti es una de sus formas en la cual se incorpora el uso creativo de la pintura de pistola para producir una obra de arte. Aquí se ha pasado del trabajo en solitario al trabajo en equipo, en conjunto para lograr de un objetivo común con el cual se busca abarcar superficies más grandes y hacer los graffitis, obras de arte de mayor tamaño para lograr ser vistos por más personas.

En éste proceso artístico y creativo el graffitero primero hace un bosquejo, planea a los personajes y elige los colores que va a usar; luego el artista elige su "lienzo" o la superficie donde va a plasmar su obra y hace un esbozo preliminar, seguido de un relleno de colores y decoraciones, para completar la versión final.

El graffiti es visto por algunas personas como un verdadero arte, en donde se plasman en las paredes una serie de trazos, líneas y dibujos de una calidad espectacular; estas obras de arte son realizadas para todo el público, es decir el graffiti es considerado como el arte callejero de una ciudad. Y varias ciudades intentan promoverlo y adecuarlo, para que el graffiti sea considerado como un verdadero arte que se está promocionando y que ha ido ganando su espacio como por ejemplo paredes legales. En la década de 1970, en algunas galerías de Nueva York y Europa centraron su atención en el graffiti y lo reconociéndolo como arte.

El escritor Lee Quiñones en Nueva York invitó a un graffitero que pintó todo un tren de arriba a abajo y de extremo a extremo a exponer su obra sobre tela en la Galería Claudio Bruni Madusa en Roma. El comerciante de arte Kornblit Yaki de Dinamarca, ayudó a lanzar las carreras de varios grafiteros durante los años de 1984 y 1985 en el Museo Boyanano von Beuningen de Rotterdam. Y en 1996, Barry McGee, también conocido por su etiqueta, "Twist", fue el encargado de hacer un mural de graffiti para el Museo de Arte Moderno de San Francisco. También en ciudades como Los Ángeles y Chicago se ha reconocido el talento de los graffiteros, proporcionando espacios para que ellos hagan el arte del graffiti legal; ésto ha contribuido a fomentar el arte y disminuir la cantidad de graffiti que aparece en la ciudad como actos de vandalismo.

Del mismo modo, las organizaciones de artistas de graffiti, como la fábrica de Phun o la United Artists Graffiti en Nueva York solicitar autorización para hacer graffiti legal en lugares como edificios abandonados, empresas, o en las paredes de ciertos espacios comunitarios como por ejemplo los parques.

Este reconocimiento que se ha alcanzado es importante por dos razones: una, por la influencia social, política y económica del mundo del arte, que ha ayudado a aumentar el conocimiento y la comprensión general de ésta forma de arte. Dos, este reconocimiento impide la generalización de que todos los graffitis son actos de vandalismo ya que éste arte no necesariamente es ilegal.

Pese a todo esto, hay quienes ven el graffiti como algo perturbador, como un desorden público que infecta al urbanismo de la ciudad, que atenta contra su estética porque la ensucia y la afecta visualmente, y piensan que las palabras, frases, mensajes y dibujos de estos graffiteros son actos de verdadero vandalismo, porque escriben cosas mal intencionadas, que van en contra del gobierno, la educación, la religión y la sociedad.

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